Tengo la firme convicción de que para tener un alto y mejor rendimiento en la vida, debes sentirte pleno en las distintas áreas de ella, ya que como seres integrales, debe existir un equilibrio entre lo espiritual, el cuerpo, la mente, las emociones y lo material. Cada uno de estos aspectos debe funcionar como un engranaje donde no hay uno que sea más importante que el otro.

Detrás de todo esto está lo que llamo Patrimonio Integral. Con toda seguridad, al leer el término te remites a lo material: bienes raíces, inversiones, negocios, etc.; sin embargo, y aunque no estás del todo equivocado, hablar de patrimonio integral va más allá, ya que para mí significa trabajar en áreas tan vitales de nuestra vida como la fe, salud, dinero, sabiduría, relaciones personales, liderazgo, imagen y tiempo.

Cuando te hablo de fe, me refiero a esa fuerza interior que nos hace creer y confiar en nosotros mismos, en alguien más o en un ser superior, y que nos permite mantenernos de pie en los momentos difíciles de nuestra vida, con la certeza de que todo tiene solución y podemos seguir adelante. Con respecto a la salud, es importante que cuides de ella, tanto de la física como de la mental. En el caso de la salud física, debes tener presente que tu cuerpo es el medio que te permite interactuar con los demás y llevar a cabo todas las actividades que forman parte de tu acontecer diario, por eso, necesitas mantenerlo con buena energía y eso es posible lograrlo si combinas una buena alimentación, con una rutina de ejercicio y de descanso adecuado. Recuerda la frase del padre de la medicina moderna, Hipócrates: “Que tu medicina sea tu alimento, y el alimento tu medicina”. Por otro lado, cuando te hablo de salud mental, hago referencia a ese estado de bienestar constante y de motivación, de pensamientos que te llevarán a tener un mejor estado de ánimo y que se traducirá en entusiasmo por la vida.

En cuanto al dinero, si bien dicen que no da la felicidad, sí evita preocupaciones en tu presente y en tu futuro, ya que teniendo unas finanzas saludables, puedes tener la certeza de enfrentar situaciones adversas como una enfermedad, que te afecte a ti o a alguien más, invertir en la educación de tus hijos, obtener libertad financiera, jubilarse con tranquilidad, etc., pero sobre todo, te permitirá compartir bienestar con otras personas, ayudar dando empleos y que tu bondad llegué a otros. Por su parte, manejar los diferentes aspectos de nuestra vida requiere de sabiduría, y aquí le doy un doble sentido: el primero tienen que ver con la capacidad que debemos tener para actuar con sensatez y acierto ante las situaciones que se nos presentan, tanto en el ámbito profesional como en el personal; mientras que el segundo sentido se refiere al conocimiento que tenemos en el área o en las áreas específicas en las cuales nos desarrollamos profesionalmente, es decir, nuestros estudios y experiencias.

Respecto a las relaciones personales, los vínculos afectivos que creamos a nuestro alrededor (personales y profesionales) deben estar en sintonía con nuestros intereses, de lo contrario, no aportarán más que conflictos que no necesitamos en nuestra vida. Hay una frase que me gusta mucho de Jim Rohn que dice: “Eres el promedio de las 5 personas que te rodean”, por eso, siempre busca rodearte de personas capaces, haz equipo con ellas en los negocios y si en algún momento caes, serán ellos quienes te pueden levantar. Datos interesantes indican que la felicidad está relacionada con las relaciones personales, así como el hecho de vivir más, así que cuida mucho de quienes te haces acompañar. En lo que respecta al liderazgo, es fundamental que en primera instancia te sepas liderar a ti mismo para que puedas liderar a los demás; no puedes pretender guiar a un ejército, sino sabes influir para que otras personas actúen de la forma en que deseas. Un líder es una persona que se gana el reconocimiento de los miembros del grupo con el que se rodea gracias a sus acciones, comunicación asertiva, empatía y respeto.

Con respecto a la imagen, es importante estar seguro de lo que queremos proyectar al mundo, por lo que es fundamental que seas congruente, es decir, que seas coherente en tus actos: lo que piensas, dices y haces deben estar en la misma dirección. Esa congruencia es lo que llamo reputación, que no es más que la imagen que hablará por nosotros cuando no estemos presentes.

Por último, pero no menos importante está el tiempo, el cual muchas veces solo valoramos cuando miramos hacia atrás y nos damos cuenta que han pasado días, meses o quizás años y no hemos hecho lo que realmente nos importa, ya sea compartir en familia, con amigos, en pareja, practicar un deporte o desarrollarnos profesionalmente en lo que nos apasiona. El tiempo es finito y no se compra, es algo que jamás se puede recuperar; sin embargo, si sabemos gestionarlo, podemos obtener muchos beneficios personales y profesionales, por eso, prioriza y dedícale tiempo a todo aquello que te haga feliz, no pierdas el tiempo ni la oportunidad de hacer lo que realmente te importa. Recuerda: “Es la pérdida la que nos enseña el valor de las cosas” (Arthur Schopenhauer).

La armonía que genera el equilibrio de estos ocho pilares que conforman el patrimonio integral, te ayudarán a crear y alcanzar tu crecimiento personal, bienestar, felicidad y libertad financiera. Mis experiencias personales y profesionales me han ayudado a comprenderlos con claridad, transformando mi vida, y hoy, es tiempo de compartir todo ese conocimiento contigo, por eso te invito a que me sigas para que juntos profundicemos en estos y otros temas que estoy seguro serán de gran interés para ti.